Fabricio recibió el mensaje que estaba esperando y que, en caso de ser negativo, echaría a pique la guerra comercial que ya tenía armada. De ser positivo, ordenaría levantar anclas e izar las velas. ¡Zarparían a la guerra!
Suspiró. Cuando presionó la pantalla de su celular, se dio cuenta de que la mano le temblaba.
Empezó a leer. Un párrafo de saludo forma, seguido de otro hablando del viaje y sus peripecias. Ahí comenzó a dudar sobre las buenas noticias. Si lo fueran, no estarían antecedidas de tantas explicaciones y peripecias. Aún así, siguió. Un tercer párrafo exponiendo las dificultades, seguido de un cuarto en el que el remitente parecía estarse disculpando de lo que contenía el quinto y último párra