El espacio de la habitación ya era reducido, y en un descuido, las miradas de Alessia y Dominic se cruzaron. Rápidamente, ambos desviaron los ojos con torpeza.
Hace un momento, afuera no parecía hacer calor, pero ahora, con el aire acondicionado encendido, la atmósfera se sentía aún más sofocante.
H