— ¿Que se supone que vamos a hacer ahora? — Amber se muerde las uñas y mueve el pie repetidas veces contra el suelo poniéndome aún más nerviosa.
— ¿Puedes llamar a Zach? — Amy me mira y niega.
— No traje celular y aún si lo llamara no tendría de donde sacar cincuenta mil.
Si tuviera algún tipo de caja fuerte con dinero dentro le diría la clave y que viniera a darnos el dinero, pero no tengo caja fuerte - algo estúpido de mi parte, lo sé - así que eso queda descartado.
— ¿Alguna tiene el número de Martina? — niegan. Desde ahora me aprenderé todos los números de las tarjetas y celulares.
Me tomará tiempo, pero lo haré, se los aseguro.
Oliver y Darwin quedan descartados también, lo más probable es que recién se estén durmiendo luego de una noche de fiesta. Digamos que viven la vida al estilo; hakuna matata.
— ¿Tienes depositado algo en tu cuenta? — me pregunta Leah.
— No tengo las tarjetas aquí, por enésima vez y, tampoco mi celular porque se los di a los ladrones... — Necesito un celu