—Mamá—Liliana la llamó rápidamente, —¿por qué tenías el teléfono apagado hace un rato?
Ximena no quería preocupar a Liliana, que estaba tan lejos, así que respondió:
—Mamá estaba bañándose y el teléfono se quedó sin batería, estaba cargándose. La próxima vez prometo no apagarlo.
Liliana se tranquilizó y dijo:
—Está bien, buenas noches, mamá.
—Buenas noches, cariño.
Después de colgar, Liliana le devolvió el teléfono a Zacarías.
Zacarías acarició la cabeza de Liliana con su mano callosa.
—Pequeña, no pienses demasiado.
A Liliana se le hizo un nudo en la garganta.
—Zacarías, lo sé. Ve a dormir tranquilo.
Zacarías asintió y se levantó.
—Estaré en la habitación de al lado. Llámame si necesitas algo.
—Está bien.
Zacarías arropó a Liliana y salió del dormitorio.
Cuando se cerró la puerta, Liliana miró el techo por un momento y luego se sentó rápidamente. Revisó cuidadosamente cada rincón de la habitación y, al confirmar que Kerri realmente no estaba allí, se acostó decepcionada.
—Tío Kerr