—Si son un niño y una niña, crecen juntos y luego se casarían, ¡te imaginas!Mila empezó a imaginarse con emoción la vida que tendríamos criando a los chiquis.Lo dijo tan bonito que no pude evitar dejarme llevar por la idea.Es impresionante cómo cambia la forma de pensar con los años. Antes pensaba que si me iba a casar, tenía que ser por amor. Pero ahora, estoy más que dispuesta a encontrar a alguien con quien formar una vida solo por comodidad.Incluso pensé que, si no encontraba a alguien que encajara, podía considerar tener un hijo por in vitro.El amor, que antes era lo más importante para mí, de pronto ya no tenía tanto peso como antes.Pero Mila es justo lo contrario.Yo era la intensa, la que buscaba algo único, y ahora era la más relajada. Pienso que si es un buen tipo, cualquier opción puede funcionar.Ella, en cambio, antes solo quería pasarla bien, y ahora está súper enamorada.Claramente tuvo varios novios en estos años y nunca la vi sufrir por ninguno, pero ahora un homb
—Sé que estás enfocada en tus cosas de la investigación y que cuando te metes de lleno, puedes pasar diez días o hasta medio mes sin pararle bolas a nada más. Pero, ¿cómo piensas casarte con alguien con el que no tienes una conexión emocional, alguien que ni conoces bien, y poner a tu hijo en manos de ese extraño después de todo lo que vas a pasar?—¿Y si ese hombre no le gustan los niños?—Casarte conmigo es otra cosa. Sabes cómo soy, conoces a mis papás, sabes cómo es con ellos, y además estamos en la misma situación económica. Y no solo eso, yo sí cuidaría bien a nuestro niño, tú muy bien lo sabes.—Y tampoco voy a matarte, ni mucho menos quedarme con tu dinero.—No creas que porque no puedes quererme, esto me haría sentir mal.—Si puedo estar contigo, eso ya es mejor que pasarme la vida entera sin tener esta oportunidad. ¡Algo es algo! No siento que me estés haciendo daño por no quererme, al contrario, casarme contigo sería lo mejor que me ha pasado.Adam me miraba con una honestida
Normalmente, cuando Benoit y Fiorella salían, ella siempre llegaba quince minutos antes de la hora.Benoit, en cambio, era muy puntual.Esta vez, como siempre, ella llegó antes.¡Pero Benoit ya estaba ahí esperándola!Eso encendió todas las alertas. No era normal en él.Aun así, no mostró nada y, con una sonrisa amable, se sentó.—¿Señor López, qué se te antoja comer?Dijo mientras abría el menú que le había dado el mesero.Benoit hizo un gesto con la mano para que se retirara y luego la miró, serio.Fiorella sintió un vacío en el pecho y un miedo primitivo le recorrió la espalda.Antes de que pudiera preguntarle qué pasaba, él le mostró su celular. En la pantalla se estaba reproduciendo un video grabado en el aeropuerto.Aunque ella no aparecía, Benoit sabía perfectamente que ella lo había mandado a grabar.Ya que le había puesto ese video frente a ella, Fiorella entendió que negar no servía de nada. Además, cuando hizo eso, ya sabía que tarde o temprano él se iba a enterar. Nunca pens
Benoit era un hombre brutal, todo el mundo lo sabía. Si se enterara de que eso de haberle salvado la vida fue una mentira, no solo perderían su confianza, ¡también podrían perder sus vidas!Él no creció con los lujos que ellos tuvieron. Perdió a sus hermanos y a sus papás cuando era joven, y con pura garra se abrió camino entre gente peligrosa y mala.No es un buen tipo. Es despiadado y desalmado.A los que considera enemigos, los aplasta como cucarachas.Todos ahí estaban rogando por dentro que no hubiera escuchado lo que acababan de decir.Pero...Con esa vibra letal, ¡sí lo escuchó!El asistente de Fiorella reaccionó de inmediato, volteándola a ver con terror.Fiorella, al notar esa mirada, sintió una rabia tan fuerte que casi quiso borrarlo del mapa.Algo tan delicado, que jamás le había contado a nadie, y él con su bocota, en este lugar, en este momento.¡Y justo Benoit lo escuchó!Si no fuera porque ese asistente era alguien que había entrenado ella misma, habría creído que lo hiz
Si todo este problema sin sentido fue algo que ella se inventó, algo que planeó desde el principio, entonces todo encaja.Eso sí cuadra, tenía que ser así.No solo evita que Benoit explote cuando se entera de la verdad y quiera acabar con Fiorella, sino que incluso le da un respiro.¿Bondad, sinceridad, amor? Eso es puro cuento.Este mundo te corrompe desde que naces.Alguien como él nunca va a saber lo que es la bondad de verdad.Tomó el encendedor que su hermano le había dado, ese que había dejado olvidado cuando se llenó de rabia, y se fue sin decir nada.Fiorella lo vio cerrar la puerta. Su corazón, que había estado a punto de explotar, se calmó un poco.Le daba miedo que Benoit regresara, pero, tanto ella como su asistente, aunque soltaron el aire que llevaban contenido, seguían tensos.No fue sino hasta media hora después, que se dieron cuenta que Benoit no iba a volver, que los dos lograron relajarse de verdad y se dejaron caer en las sillas.El asistente, ya más tranquilo, quiso
Si él, cuando estuvo en Passelou, me hubiera dicho con esa seguridad que sí podía hacerlo, justo cuando yo decidí darle la última oportunidad, ahorita estaríamos viviendo juntos, abrazados, felices en casa.Pero no fue así.Cada vez que le daba una oportunidad, él la dejaba pasar.Y aún así, siempre me pedía otra.¿Hasta cuándo iba a seguir dándole más oportunidades?Al ver que no respondía, pensó que ya me había ablandado, y, con desesperación, me agarró del brazo.—Mi amor, sé que la regué. ¡Te prometo que esta vez puedo hacerlo!—¡Confía en mí, por favor! ¡Una más, la última, te lo juro!Lo miré. Vi esa cara con la que siempre me hacía caer.Ese gesto que tantas veces me había roto.Y sí, me costó mantenerme firme.Pero, esta vez, me aguanté.Lo miré, indiferente.—David, ¿no crees que ya te he dado una última oportunidad demasiadas veces? Ya es suficiente, tenemos que parar todo esto, esa fue la última vez, no hay otra.—Ojalá dejes de seguirme, porque si no, vamos a terminar hundié
¿De verdad puedo con todo esto?Me sentía tan tensa, al límite.Apenas podía sostener el celular.Pero entre más nerviosa y asustada me sentía, más segura estaba de que tenía que seguir. Ya no quería darle más vueltas a lo mismo, ¡tenía que cerrar este capítulo de una vez por todas!Así que, aunque las manos me temblaban, respiré hondo, me forcé a calmarme, me cambié y me arreglé.Justo cuando terminé de vestirme y maquillarme, Adam llegó.Aunque el edificio tenía ascensor, él no esperó. Subió corriendo por las escaleras.Cuando me vio, estaba sin aliento, agotado, pero sus ojos brillaban como nunca.Se notaba emocionado, con el corazón acelerado.Las manos le temblaban de los nervios.Estaba tan agitado que, al intentar sacar sus papeles, se le cayeron varias veces.Pero al final logró sacarlos.Con su identificación y el registro en la mano, me miró.—Esmeralda, traje todo lo que me dijiste.Lo miré. Él era siempre tan tranquilo, y ahora se ve tan nervioso.No supe ni qué pensar.Solo
Sé que soy impulsiva, pero a veces en la vida uno tiene que ser así. Si no, te quedas atorado, sin poder salir de donde estás.Después de subirme al auto, Adam me miró. Me miró varias veces y, al final, no aguantó más:—Esmeralda, se sincera ¿tú en serio quieres casarte conmigo?En cuanto lo dijo, se notó que se arrepintió.Le dio miedo que, si yo lo pensaba un poco más, decidiera no hacerlo.Sabía que esta era su única chance de cumplir ese sueño.Había esperado diez años. ¡Diez largos años!Y justo ahora va y suelta esa pregunta.¡Qué bruto!Pero, mientras más lo veía con esa carita de culpa, más me parecía que era un muy buen hombre. Aunque tenía miedo de que yo me echara para atrás, igual me pedía que lo pensara mejor, solo para que no me arrepintiera después.Pensé que casarme con alguien que de verdad se preocupa por mí era una buena decisión.Es un buen tipo, inteligente, atractivo, y sus papás son adorables.Un niño criado en un ambiente así crecería bien.Tener una casa estable