Narrador omnisciente
Doña Matilde no deja de hablar lo cual está fastidiando a Diego, pero él finge una sonrisa ante los relatos de la señora.
—Se tardará mucho Belinda
Ella niega con la cabeza —Ya debería estar acá
—Puedo pasar a su baño
—Adelante joven Diego
La mujer se acerca a la cocina para prepararle algo especial y Diego se adentra en la habitación de Belinda para curiosear.
Es un cuarto bastante pequeño con una cama, un estante con algunos libros, un closet y una televisión pequeño.
Él comienza a buscar en los cajones y encuentra unas bragas color azul, no se controla y las toma entre sus manos, instintivamente inhala su aroma.
Muy pronto mi amor
El aroma de Belinda, la mujer que lo enloquece le fascina.
No puede evitar imaginársela desnuda entregándosele como su mujer y complaciéndolo. Cada segundo su obsesión por ella aumenta.
—¡Joven!
—Me equivoqué de cuarto —Él se encoge en hombros mientras guarda las bragas en el bolsillo de su jean
De todas formas Doña Matilde n