Layla
Seis meses después.
Salgo de la oficina con paso rápido. Tengo tantas cosas que hacer que apenas he tenido tiempo hoy de tomarme un café con Thiago y darle a Theo el mar de besos matutinos al que está acostumbrado.
— Nita, te dejo los bocetos del casino. — digo poniendo el tubo lleno de planos sobre su mesa y me acero para darle un beso apurado — A partir de este momento estoy “¡out!”
Nita se hecha a reír porque sabe lo que significa: durante toda la semana trabajo como una posesa pero apenas llega el viernes mi cerebro pone la marcha atrás y sólo si