Capítulo 9: Esta noche no te escaparás, Zafiro.
Delilah vio marcharse a Maximiliano exhibiendo esa sonrisa arrebatadora porque sus planes habían salido bien.
Le había hecho firmar un acuerdo donde ambos tenían derecho a llevar vidas separadas, pero en público y para la familia eran un matrimonio bien avenido.
Tras el fin del tiempo estipulado podrían solicitar el divorcio y ella recibiría una suma de dinero que le permitiría vivir con comodidad y sin preocupaciones.
Por supuesto, en ese trato no se hizo hincapié en los posibles hijos que pudieran tener porque entre ellos jamás iba a suceder nada.
Delilah lloró frente a ese contrato y no porque estuviera enamorada, pero le dolía que no se dignara a darle ni siquiera una oportunidad y que la desechara de esa forma.
—¿No la ha reconocido? —Andrea se acercó a ella apenas vio desaparecer a Maximiliano—. ¿Qué ocurrió? Su esposo le pidió al guardia que se marchara porque ya no se ocuparía de su vigilancia.
Delilah miró a Andrea y negó con la cabeza. Al parecer había cumplido con su p