42- Por amor y temor.
En aquella habitación fría habitación dos corazones heridos por la desolación productos de tantas mentiras forjadas por los celos y la envidia se encontraban en un camino sin retorno. El de David y el mío.
-Tenemos que hablar.-Le dije a mi esposo en un tono determinante.
-No es el momento cielo,dejemos que el enojo se repose,no quiero que nos digamos palabras dolorosas se excusó él.
Hay desolación en nuestras vidas,siempre lo había creído mi protector,mi roca fuerte en los momentos más oscuros de mi vida, las máscaras que durante tanto tiempo habían cubierto las verdades más profundas finalmente cayeron.
-¿Eres sordo acaso?,he dicho que vamos a hablar ahora.- mi rostro estaba encendido del enojo y los ojos me ardían, la tristeza devoraba su alma.
David, aún aturdido por la noticia de su paternidad recién revelada, se encontraba en un estado de confusión abrumadora,no tenía ánimos ni fuerza para entablar ninguna conversación.
—Mujer,sé que hice mal al aliarse con Ximena para dañar