Mientras intentaba procesar la impactante revelación de mi abogado, sentí un nudo en mi garganta y un torbellino de emociones invadiendo mi ser.

--¿Cómo podía ser que mi propia suegra, Diana Taylor, estuviera trabajando en mi contra de esta manera? ¿Por qué querría hundirme aún más en esta pesadilla en la que me encontraba?

Miré a mi abogado con ojos vidriosos, tratando de encontrar respuestas en su mirada comprensiva. Me sentí vulnerable y traicionada, incapaz de entender cómo alguien cercano a mi esposo estaría conspirando en mi contra de esta manera.

–Amira, necesitas mantenerte fuerte–me dijo mi abogado con voz serena, como si leyera mis pensamientos.--Es evidente que tu suegra tiene sus propios motivos y no podemos permitir que nos manipule. Estoy aquí para protegerte, pero necesito que confíes en mí.

Asentí lentamente, tomando una bocanada de aire para calmar mi mente turbulenta. Sabía que debía mantener la calma y confiar en mi abogado para que me guiara a través de esta situ