15- Trampa del destino.
En la mansión imponente de los Taylor, se desató una discusión que resonó por cada esquina y recoveco de aquel lugar,los sirvientes dejaron sus quehaceres para seguir el chisme.
—¡Vuelvan a sus puestos ahora!--Les ordenó mi suegra con una sonrisa de satisfacción.
Mark, con su rostro marcado por la preocupación y los ojos llenos de conflicto, se enfrentó a mí con palabras punzantes y gestos de frustración.
—¡No entiendes, Amira! Mis padres... ¡mis padres simplemente no se acostumbran todavia a lo nuestro!,¿No puedes tener un poco de paciencia?
—¿Más?,¡imposible!,ellos no aceptan que me ames!
—Tienes que ser más prudente y comprensiva.
—exclamó Mark, con el corazón al borde del abismo y la mirada perdida en un horizonte distante.
Yo, con la mirada serena pero firme, respondí con voz pausada pero cargada de determinación:
—Mark,¡no seas inocente!, sabíamos desde el principio que esto no sería fácil. Pensé que nuestro amor era más fuerte que cualquier barrera impuesta por la sociedad