Samantha.
Abro mis ojos lentamente y siento como me duele mi cabeza, que me habrá pasado para estar aquí, que raro yo que recuerde jamás me vine a la habitación.
—¿Cómo te encuentras Samantha? —la señora Fátima está aquí acompañándome.
—Solo con dolor de cabeza y lo demás creo que bien.
¡Mentira!, todo es una completa mentira, mi vida es una completa mentira y todo lo que me rodea es mentira.
—Qué susto nos diste a todos, no sabes lo preocupados que nos encontramos.
¿Nos?
—Perdón por hacerlos pasar por un mal ra