“Presidente Eugene, ¿quiere que se lo explique a la señorita Thompson?”. Wyatt quiso ayudar cuando se dio cuenta de que malentendían a su jefe.

Eugene siguió mirando la figura de la espalda de Fern, quien se estaba yendo, y negó con su cabeza. “No es necesario eso. Solo déjala ir”. Había algunas cosas que no podían resolverse con una simple explicación.

“Así que fue Fern quien te acogió cuando no estabas”. Sharon había escuchado su conversación.

Casualmente, ella también estaba a punto de irse, y Simon la estaba empujando.

“En ese entonces, el presidente Eugene estaba siendo perseguido. No tuve más remedio que llevar al presidente Eugene a la casa de Fern para que se refugiara”. Wyatt temía que incluso Sharon pudiera malinterpretarlo y tomó la iniciativa de explicarlo en nombre de su jefe.

Sharon sonrió vagamente y arqueó las cejas. “Pensaste en ella de inmediato cuando te perseguían. En efecto, ella es más cercana a ti que yo, tu hermana biológica. Una cosa es estar escondido en