Sharon agarró el escritorio detrás de ella con ambas manos mientras miraba fijamente el viejo rostro delgado con nerviosismo y cautela.

Si no hubiera visto la sombra en el suelo, habría pensado que estaba viendo un fantasma.

“¿Q-quién eres tú? ¿Por qué me trajiste aquí?”.

Quinn entrecerró sus ojos nublados y la examinó con atención. Este rostro de verdad era muy similar al de la madre de Sienna, especialmente su expresión asustada. Era exactamente igual que el de su nuera.

¿Ella era Sienna Newton, su nieta?

“¡Vengan aquí!”, gritó Quinn.

Inmediatamente, Sharon vio a una mujer de mediana edad que entraba con dos sirvientas.

Al ver esta escena, ella levantó la guardia mientras un mal sentimiento brotaba de su corazón.

Ella no había recuperado la audición. Solo vio la boca del anciano moverse sin saber lo que decía. Las tres mujeres se acercaron a ella.

“¿Qué están haciendo? No se acerquen a mí”.

Las dos sirvientas la agarraron y la mujer de mediana edad comenzó a regis