"Tenías miedo de que te hiciera cortar los lazos con Sirius, ¿verdad?".
"Yo...". Pequeña Pastelito bajó aún más la cabeza cuando Quincy adivinó sus pensamientos.
Quincy no pudo resistirse a golpearla en la cabeza. "¿Soy una persona tan poco razonable? Sirius es Sirius, y el tío malo es otro. No voy a prohibir que ambos sean amigos solo por su papi".
"Sí, mami es la mejor". Pequeña Pastelito se lanzó a los brazos de Quincy de forma mimada.
Sirius, quien escuchaba su conversación a un lado, frunció el ceño y preguntó: "¿Conocían a mi papi antes de esto?".
Quincy se quedó sin palabras. Su relación con su padre era demasiado complicada, por lo que no sabía cómo explicarlo todo.
"No lo conocemos. Intentó perseguir a Renee, pero no es un buen partido para ella", dijo Pequeña Pastelito.
Sirius arrugó las cejas en un ceño más fruncido. No solo su padre había acudido a una cita a ciegas, sino que además perseguía a otra mujer.
¿Qué le daba derecho a oponerse a su decisión d