Quincy no pudo detenerla a tiempo, así que la dejó bajar sola. El baño no estaba lejos, así que no tuvo que preocuparse demasiado.
La Pequeña Pastelito salió del baño y se preparó para buscar a su mami. Sin embargo, olvidó si tenía que girar a la izquierda o a la derecha.
En realidad, no se le daban muy bien las direcciones. Como tenía prisa, se había olvidado de todo. Además, el diseño interior del hotel era el mismo tanto a la izquierda como a la derecha, por lo que no podía distinguir la diferencia en absoluto.
¿Qué debía hacer? No había nadie, así que tampoco podía pedirles indicaciones.
Decidió ir primero a la izquierda. Si no encontraba a su mami, volvería al baño.
Sin embargo, sus pensamientos eran demasiado simples. Ese era un gran hotel. No vio a su mami después de dirigirse a la izquierda. Quería volver a su punto de partida, pero olvidó cuántas vueltas había dado.
La Pequeña Pastelito hizo un berrinche. Tenía ganas de llorar...
De pronto, vio que la puerta de una