Después de que Fern le diera una bofetada, su mano empezó a temblar. Ella estaba muy enojada.

La cara de Jeremy se había movido a un lado por la bofetada. Cinco marcas de dedos aparecieron en su mejilla. Ella le había abofeteado con fuerza, y el dolor le inundó la cara.

Después de calmarse, él se dio la vuelta para mirar a la furiosa mujer. Sus labios formaron una mueca mientras sonreía despreocupadamente. “¿Por qué estás tan enfadada?”.

Fern lo miró con frialdad. Para ser sincera, esta bofetada no apagó en absoluto la ardiente rabia que llevaba dentro. ¡Ella tenía ganas de estrangularlo hasta matarlo!

“¿Cómo te atreves a mostrar tu cara delante de mí?”. Ella por fin se dio cuenta de lo desvergonzado y descarado que era él.

Jeremy se metió las manos en los bolsillos mientras se apoyaba en el coche. Había una sonrisa descarada en su rostro. “Te han liberado de la comisaría. Como tu mejor amigo, ¿cómo no iba a venir a buscarte?”.

“¡Cállate! Estuve ciega en el pasado por no ver