*GIOVANNI*
Desperté a causa de la luz que se filtraba por la ventana, giré mi rostro y vi las cajas con archivos junto a mí.
No me sorprendió el dolor en mi espalda por haber dormido sobre la alfombra de la sala. Al llevar una mano a mi rostro, no pude evitar mi mueca de disgusto al sentir mi barba rasposa y descuidada.
Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que me paré frente a un espejo para afeitarme. Me sentía como un despojo humano, y así lucía.
Al estirarme y frotarme los ojos, miré mi celular y noté las llamadas perdidas.
Una ráfaga de ansiedad recorrió mi cuerpo al ver el listado de notificaciones sin leer.
Las llamadas provenían de mi suegro, mis padres y varios socios de la empresa. Una sensación de urgencia se apoderó de mí cuando me percaté de que algo grave hab&iacu