Kyle
Zacarías era un tirano que no me tenía compasión. Sus entrenamientos eran brutales, pero debía reconocer que me ayudaban a dormir sin pesadillas. Aún lo recuerdo, pero también recuerdo lo estúpida que fui, colocando en peligro a mi familia por un macho que nunca me valoro. Espero que sea feliz con Jess y que la diosa me olvide así no tendré que volver a lidiar con un macho.
-está bien por hoy tortuga, veo que ya estas metida en tu cabeza-decía Zacarías frente a mí.
-discúlpame Zacarías, en ocasiones me gustaría poder olvidar todo-dije con un suspiro.
-pero si olvidas, corres el riesgo de volver a cometer los mismos errores. Es mejor recordar, aprender y seguir adelante Kyle. Créeme todos cargamos con algo, solo debes aprender a llevar esa carga y que no te afecte más de lo necesario-decía Zacarías.
-lo intento, de veras que lo intento-decía bajando mi cabeza resignada-pero él fue mi mundo, era lo que siempre soñé, hasta que dejo de hacerlo. Sé que soy una tonta por esperar mi prí