POV Antonella
¿Es normal sentir un tic nervioso en el ojo? No. ¿Es el estrés? ¡Con razón! Porque el estrés me está matando en estos días.
Una transferencia evidentemente sospechosa.
Un esposo que afirma que su hijo no es de él.
Una solicitud de divorcio.
Y para completar a su primo amenazando con dejarme al descubierto todos mis actos y fechorías, cuando hasta yo quisiera saber cuales son esas fechorías.
¡Dios! ¿En qué momento mi vida pasó de ser aburrida a novela mexicana? Vaya que le estoy haciendo honor a mi tierra.
Lo que no entiendo es…
—Antonella ¿Me estás escuchando?
—¿Ah?
Mis pensamientos son abruptamente interrumpidos por la voz de mi suegra.
—¿Qué sucede cariño? Desde que llegaste has estado más que distraída.
—Eeeh. Solo estoy pensando. Es que han habido muchos cambios en tan poco tiempo que a veces me siento abrumada.
Anna coloca una expresión empática.
—Oh, cariño. No debe ser fácil para ti… Pero… ¿Mi hijo te está tratando bien? Puedes decirme la verdad, mira que le dar