POV: MAXIMUS. [Parte II]

«Si, todavía estábamos en el día uno».

La habitación derrochaba lujo y glamour en cada rincón.

El hotel era de un estilo Art Nouveau, esplendorosamente sobrio y marcado de manera muy sutil. La construcción parecía de ser de mediados de siglo, pero con una modernización espectacular que permitía tener todas las comodidades y derroches sin perder ese elemento de lujo coqueto que recordaba la época de los años veinte.

Un gran ventanal se abría hacía el balcón que ofrecía una estancia comodísima por sobre la piscina del hotel; a lo lejos, se le regalaba al huésped una vista panorámica y espectacular del atardecer que ya se cernía sobre el valle de tonos ocres y dorados donde había crecido el Cupido que ahora todos conocían.

El clima, los olores, los colores, todo me hacía sentir como en casa.

La iluminación de la habitación, los muebles, el baño con su tina, la cama endiabladamente cómoda, la decoración sensual, el servicio inmejorable, la comida; todo era un gus