Narra Isa
“a casa” fue su respuesta, seguí su voz como lo pidió y desperté en los brazos de Teo, me llevaba de vuelta al palacio. Sus brazos eran cálidos, podía sentirme segura en ellos. Caminaba lento aprovechando cada segundo a mi lado, quizás se sentía culpable por los años lejos.
- No te preocupes, ya estoy aquí no volveré a irme – sus brazos se tensaron
- No puedo no preocuparme por mi pequeña hermana, hemos pasado mucho tiempo separados
- Lo sé, pero ya estoy aquí, prometo no dejarlos de nuevo
- ¿Isa tu?... ¿nos recuerdas?
- ¿Qué es lo que debo recordar?
- Nada, solo es mi imaginación, volvamos a casa hace mucho frio para estar afuera, por favor no te duermas a la orilla del rio otra vez, de lo contrario morirás congelada
Solo reí ante sus