Fara le arrebato los zapatos y no discutió más con ella, Fara intuyo que estaba acostumbrada a estar sola y acicalarse por si misma, que tal vez sentir dolor era una forma de autocastigarse.
Gretel volvió con una cajita de curitas y entre las dos comenzaron a cubrirles las peladuras, Leslie se sintió extraña de que aquellas dos hermosas mujeres tuvieran semejantes atenciones para con ella, pero se dejó hacer porque ambas mujeres le gustaban y la única manera de poder tener un poco de su tacto era de esa forma.-Creo que ya quedó lista señorita – dijo Gretel con una brillante sonrisa que desconcertó a Leslie.-Gracias, no quiero darles molestias. Van a terminar fastidiadas de mi.-Pero que dices – expresó Fara también dedicándole una sonrisa que dejó a Leslie sin aliento – deja de preocuparte tanto.Leslie se fue a casa sintiendo que cada vez que entraba a esa enorme casa era como entrar al cielo, aquellas dos mujeres era demasiado amables y preocupadas por ella,