• Saíd Rowland. •
Llegamos al puerto diamante, hay mucha gente y es difícil saber en donde esta Andrew... Pasamos aproximadamente una hora buscándolo y esperando a ver si nos consigue el. Pablo y yo nos miramos a la cara.
—Es falso.
—¿Tu crees? —Me responde Pablo
—No lo hemos hallado. Es una señal... Ya vámonos.
Bajamos ambos el rostro en señal de pérdida de tiempo, nos montamos en la moto y empiezo a acelerar poco a poco.
—Heeey... ¡PABLOO! —Alguien grita desde atrás
Pablo y yo miramos hacia atrás y vemos a un chico... Cabello largo por los hombros, barba larga cubriendo su cuello, ropas viejas algo anchas, y con una maleta...
—¿Quien es ese? —Le pregunto —¿Lo conoces?
—No, no se quién es. — dice Pablo. — Acelera ya.
—No, veamos qué quiere... Si dijo tu nombre es por algo.
Vemos al chico que viene corriendo hacia donde estamos, se acerca a Pablo para darle la mano, pero