—Entonces tú y yo... lo que pasó en Serbia... todo es mentira.
Mala negó con desesperación.
—No, eso no es mentira, ¡tú y yo es lo único que no es mentira! ¡Eso no...!
Las manos de Chris se cerraron sobre el sujetador de libros y lo lanzó contra la vitrina que había detrás de Mala con un gesto de