BRAD ULIBARRI
Nuevamente estamos tomando Montgomery y yo, pero es para celebrar que la supuesta demanda está más que desestimada. No sé si logre hacer que ella renuncie, pero la beso y no me aparta, aunque me desconcentra porque mantiene los ojos abiertos y una expresión de susto que es capaz de quitarle el ánimo a cualquiera.
-¿No sabes cerrar los ojos? Pareces una estatua- Me río sin poderlo evitar
-No entiendo por qué lo haces. No voy a tener sexo contigo por un beso, ¿Es esa tu intención por haberte interrumpido o tal vez comiences a sufrir demencia?- Me sirvo otra copa y relleno la suya
-¿Te pedí que te acuestes conmigo?- Puedo haber bebido pero se que jamás le dije que tengamos sexo
-¿Que buscas entonces?- Deja la copa y se cruza de brazos- Me acuesto, me besas y me despierto contigo en mí cama. No pasa ni un día y nuevamente estás en mi habitación besándome
-Divertirme, pero contigo eso es imposible- Voy a su cama, me acuesto y enciendo el televisor
-¿Por qué n