Aspen y yo nos despedimos de los niños y dejé algo más de dinero para Mackena, luego ambos salimos y nos dirigimos con lentitud hacia el auto de Aspen
Cuando él comenzó a manejar, me quede sumida en mis pensamientos, me sentía extraña luego de haber compartido algo de mi vida con Aspen, era extraño tenerlo a mi lado, se sentía como un torbellino lleno de secretos.
Pronto llegamos a una casa que recordaba con claridad, Aspen salió del auto y fue a mi puerta para ayudarme a bajar