MARCUS:

Neiti, poco a poco, se transforma en una hermosa serpiente, con la mitad de su cuerpo en forma humana. La encuentro hermosa; su pelo blanco brilla al igual que sus ojos. Ella me envuelve con su enorme cola de serpiente y comenzamos a besarnos suavemente, acariciando nuestros cuerpos. Me excito.

La acaricio suavemente mientras reparto besos por todo su torso, sintiendo cómo su cuerpo vuelve a ser humano, pero conservando el brillo de bruja. Es verdaderamente hermosa, pienso, mientras la beso con pasión. Bajo hasta su centro, lo beso y succiono con ahínco. Neiti se arquea y abre sus piernas, dejándose llevar por el placer que le provoca mi lengua. Ella mueve sus caderas al encuentro de mi cabeza, que sube para volverla a besar con fervor. Sus ojos son grises y resplandecen.

—¡Eres mía, solo mía! —le susurro al oído, pero no obtengo respuesta. Me separo un poco para mirarle el rostro y noto que la bruja Neiti está luchando con su loba.

—¡Eres mía, solo mía