JACKING:

Dakarai se quedó inmóvil, observando los dibujos que todavía descansaban en sus manos. Por un instante, pude ver una expresión en su rostro que no había notado antes: la preocupación de un padre y la entrada de un licántropo vestido de negro.  

—Ve e informa al general Bennu que todo nuestro ejército lo necesita para cuidar de mis hijas mañana —ordenó de inmediato.  

—¿Todos, jefe? ¿Existe algún peligro? —preguntó de inmediato.  

—No que yo sepa, pero no puedo ir con ellas. Cuida muy bien a mis tres hijas. No dejes que nada les pase —ordenó con firmeza. —Ah, y no dejes que los vean; ya sabes, utiliza la invisibilidad.  

—Se hará como ordene, señor —se inclinó y se alejó mientras mi suegro regresaba al despacho.  

Me alejé rumbo