-Despierta dormilón ja, ja, ja.- Dijo Jerome mientras se reía siniestramente.
-¿En dónde estoy? ¿Qué vas a hacerme?- Preguntó Stephen confundido por no saber dónde estaba.
-Estas aquí por andar de intruso, escuchando cosas que no debías escuchando, por eso es que vamos a tener que darte un castigo, querido.- Expresó Jerome a Stephen.
-¿Qué vas a hacerme? ¿Vas darme uno de esos famosos castigos que les has hecho a los demás?- Preguntó Stephen asustado por lo que iba a hacerle.
-No te preocupes por eso querido, tengo un castigo especial para ti, perfecto para las personas que están metidas en cosas que no deben, pero bueno, no te preocupes por eso.- Le respondió Jerome mientras se reía.
-¡Suéltame! ¡Sáqueme de aquí por favor! ¡No me hagas nada, prometo que no diré ni una sol