“¿Has terminado, Ella?”, pregunta Henry. Roger se endereza y se mete las manos en los bolsillos, escuchando con curiosidad.
“¡Sí!”, digo con un suspiro alegre, haciendo rebotar un poco a mi bebé feliz en mis brazos. “Por fin se ha sanado todo el mundo”.
“Increíble”, dice Henry con una maravillosa so