"¿Sabes que te quiero con todo lo que soy y con todo lo que seré?". Pregunta Sinclair, abrasándome con su mirada esmeralda.
"¿Sabes que eres todo mi mundo y que estaría perdida sin ti?". Respondo, pestañeando para contener las lágrimas.
Sinclair me responde con un beso feroz, y entonces empieza: Cada mentira, cada traición a su confianza, cada plan y acto de negligencia para mi bienestar. A veces damos vueltas en círculos: "¡Estabas muerto!". Lloro, casi media hora en el debate. "Necesitaba