Ella
Sabía que no iba a ser fácil. Estaba preparada para escuchar a viudas doloridas, guerreros heridos y familias desconsoladas. Estaba preparada para ver sus espantosas heridas y sus rostros desolados, para tomarlos de la mano mientras lloraban. No estaba preparada para los huérfanos... ni para los padres que habían perdido a sus hijos.
Cuando entramos por primera vez en la tienda principal, los refugiados estaban demasiado absortos en sus propios mundos como para fijarse en nosotros, pero