Renata se tapó la boca riendo y se acercó a Adriana para decirle en voz baja:
—¿Aún dices que no…?
Camilo se sintió un poco incómodo y preguntó:
—¿Dije algo que no debía?
—Haz lo que quieras.
Adriana hizo un gesto con la mano, pidiéndole que se callara.
Desde atrás, se escuchó la voz impaciente de José, que carraspeó antes de preguntar:
—¿Van a tomar la foto o no?
—¡Sí!
Adriana en un salto se colocó en el centro, y José, como si fuera lo más natural del mundo, se puso a su derecha. Los demás, conscientes de la situación, le hicieron un espacio.
Camilo aprovechó la oportunidad para colocarse a la izquierda de Adriana, y viendo esto, Renata también se movió rápido para quedar junto a José, a su lado derecho.
Los cuatro, cada uno en su mundo, con algo en mente.
¡Click!
Cuando terminó el primer día de la exhibición, Adriana y José, como anfitriones del evento, se encargaron en persona de despedirse de los invitados y socios comerciales. Una vez que el último visit