Capítulo269 La pesadilla se repite.
Adriana no obtuvo la respuesta que quería, pero sí un beso intenso. Ella se quedó tiesa por un momento, luego extendió la mano para empujar a José, que ya estaba demasiado cerca de ella.
José se detuvo, la miró a los ojos y dijo con un tono firme, pero apurado:
—Lo siento mucho.
Justo cuando Adriana estaba a punto de rechazarlo, las palabras de José y su mirada llena de cariño la envolvieron, haciendo que cediera sin darse cuenta. Se dejó besar mientras se movían hacia el sofá.
—Esto es solo una sala de descanso… —dijo ella, aprovechando el breve espacio entre los besos para expresar su preocupación.
—Rafael está afuera, vigilando. —respondió él, aclarando sus dudas.
Finalmente llegaron al sofá. De repente, se escuchó la voz de Rafael desde fuera de la puerta:
—Señor, la familia Bruges le ha enviado una invitación para la cena. Necesitan su respuesta. ¿Irá esta noche?
José hizo una pequeña pausa mientras sostenía la cabeza de Adriana con su mano, y la miró, antes de pre