Beca.
Desde el momento en que me desperté esa mañana, Tally había estado haciendo explotar mi teléfono. No estaba seguro de lo que quería, pero a las ocho y media finalmente me di la vuelta para contestar.
—¿Hola?— Gemí al teléfono, pasándome la mano por la cara.
—¡Ey! Ya es hora de que contestes tu