En los dominios del jefe
Después de aquel revelador encuentro, todo quedó en una relativa calma. El señor Cavill salió de la habitación luego de acomodar su pantalón y ordenarme ponerme cómoda hasta recibir nuevas órdenes.
Lo menos que yo esperaba al salir esa mañana de la cama era terminar descubriendo ese poder a mi alcance. De cierta manera acababa de perder una segunda virginidad, pues aquella era también la primera vez que siquiera se acercaba un miembro masculino a mi boca, pero aquello me había permitido descubrir cosas bastante reveladoras y poderosas.
Me perdí en aquel baño que parecía un sueño. No podía creer que ese se convertiría en mi baño privado a partir de ese día y quedé tan encantada que terminé tomando una ducha de casi una hora a pesar de que recién un par de horas antes me había bañado antes de salir de casa de Ana. Todo parecía de ensueños, la grifería y la ducha, incluso las toallas que parecían hechas del material más suave de la tierra, era un espectáculo sen