Algo que siempre e tenido presente es que nuestro corazón no escoge a quién amamos, aunque la parte racional de nosotros nos diga que no es el indicado, aún así nos aferramos a la idea de que sea lo contrario.
Y eso es lo que me llevo a perderme, debí hacerle caso a mí instinto, a lo mejor no estuviera tan rota de haber sido así.
El llegó como una luz a mi vida, pero que podría saber yo si tan solo era una adolescente, no pensé en que ese chico que parecía tan bueno terminaría persiguiéndome toda la vida...
O eso pensé hasta que aparecieron ellos.