Los días han pasado y debo volver al trabajo. Aún no resuelvo nada del dinero, solo tengo una pequeña parte. Falta mucho más. No pierdo la esperanza de alcanzar a reunir todo el dinero. Tal vez podré pedir un préstamo o un crédito en el hospital aunque me endeude de por vida. Julie me prestó algo, pero no completa todavía. Me dijo que no podía prestarme toda la cantidad porque no podía sacar tanto dinero del banco en menos de una semana, pero me afirmó que le pediría ayuda a un amigo, y creo a qué “amigo” se refiere.Vengo del banco. Metí una solicitud de un préstamo hace unos días, y hoy regresé para saber si lo aceptaron, pero no fue así. Por ese motivo voy desanimada al trabajo. Me toca caminar e irme en metro hasta el club. Desde que empecé a salir de casa me siento observada. Miro para todos lados, pero no encuentro nada inusual, solo son los pasajeros que viajan en el transporte.Tengo días sintiéndome así. Creo que me estoy convirtiendo en una paranoica, todo por culpa de ese ho
DanteMe levanto temprano, como siempre cuando tengo un encargo importante, justo a las cinco de la mañana. De igual manera, nunca duermo tanto, estoy acostumbrado a solo dormir cuatro o cinco hora, hasta donde mis pesadillas me lo permitan.Abro la ventana. El frío penetra en mis pulmones. Así me despeja del todo el whisky que bebí la noche anterior.Desde la muerte de mis padres mis sueños se convirtieron en pesadillas, haciéndome luchar constantemente con mis demonios internos y exteriores, que asesinaron a mis viejos. No solo por eso se convirtieron en pesadillas, sino por la forma en cómo los mataron. Lo que más me dejó marcado fue haber presenciado todo y no haber hecho nada por ayudarlos. Es algo que nunca me perdoné y que cargo en mi consciencia. Aun después de ocho años no logro superarlo. Ya me hice la idea de que así será para siempre.Nunca llegué a compartir la cama con una mujer. Después de un polvo salvaje las despacho cuando quedo satisfecho. Tampoco he traído a nadie a
Más tarde, cuando ya me encuentro en la mansión, estoy en mi despacho esperando a que los chicos me traigan información de toda la mercancía que se reunió al hacer aquel atraco. Mientras tanto, reviso otros asuntos de la organización. Se escucha que alguien toca la puerta. Al abrirla, veo que se trata de Alfredo, el mayordomo. Es un hombre ya mayor y sabio. Él trabajó para mis padres por años. Es un sirviente fiel, lleva años trabajando en esta familia, al igual que Edgardo y Martina.—¿Qué pasa? —inquiero cuando levanto la mirada del portátil para verlo.—Señor, el joven Bruno se encuentra aquí —contesta aún de pie frente la puerta.Gruño molesto. Con solo recordarlo provoca eso en mí. Su presencia me pone de mal humor.—Hazlo pasar —suelto después de pensarlo bien.Él asiente y sale del despacho para regresar por donde vino.Casi dos minutos después, abren la puerta. El estúpido de mi primo hace acto de presencia. Con su caminar arrogante y supuestamente de clase, entra con una desca
LillieDespués de debatirme mentalmente con el asunto de si tomar el dinero o no, lo acepté. Sé que piso terreno peligroso, pero no podía dejar pasar esta oportunidad. Él solo pidió a cambio que dejara de trabajar en el club, y es una cosa que deseo hacer desde hace mucho, pero solo porque necesito del pago no lo dejo. Sé que no debí confiar en ese sujeto, pero por ese momento me arriesgué. Él no me puedo obligar a hacer algo que no quiera. Además, me dijo que no me iba a tomar a la fuerza, y eso me da esperanzas de que no me hará daño.Cual señor serio y bien arreglado se fue. Un minuto después, entró Julie para cerciorarse de sí había aceptado o no el nuevo trato. Al decirle que sí ella solo guardó silencio por un largo instante, como si estuviera cuestionándose algo, pero no supe qué, ya que no me dijo nada referente al asunto, solo me pidió que esa noche bailara por última vez como una despedida. Acepté bailar por agradecimiento, ella me había ayudado mucho y lo único que podía hac
El día más esperado ha llegado. Tuve que faltar a clases para presentarme temprano en el hospital. Mi hermana pidió cambio de turno, así que trabajará hasta la tarde y noche. Yo me quedaré todo el día con mi madre, ya sea en la sala de espera, sino me permitirán quedarme con ella en su habitación. Entraron al quirófano desde las siete de la mañana. Ya será mediodía y aún no nos tienen respuesta de nada. Después de una hora más en espera de alguna noticia, sale el médico encargado de la operación de mi madre, dándonos las buenas noticias de que todo salió bien y de que solo falta que se recupere y tome por un tiempo el tratamiento. Nos informa las indicaciones y todo lo que se tiene que hacer, también nos sugiere que nos vayamos a casa, que por el momento no puede recibir visitas, pues la pasarán a un cuarto porque aún se encuentra en terapia intensiva para tenerla todo el día en chequeo por si responde con algún inconveniente. Dijo que, aunque había reaccionado bien a la operación, aún
LillieEstoy pasmada en el mismo lugar, sin poder articular ninguna palabra. Entretanto, él muerde, besa y acaricia cada parte de mi cuerpo. Besa mi cuello y agarra mis manos con firmeza para que no me escape. En este momento no tengo cabeza para hacerlo. Su aliento ardiente y la calidez de su lengua me provocan un escalofrío por toda mi espalda. Tiemblo, pero ya no sé si sea solo de miedo o una mezcla de una sensación extraña que recorre todo mi ser con sus besos y caricias.Desliza la boca hasta mi oído:—Ahora me perteneces completamente. —Subraya todas y cada una de sus palabras—. Serás mía para siempre —susurra en un tono sexual y tremendamente serio. Mientras tanto, se restriega más en mí.El ritmo de mis latidos aumenta más.¿Ahora le pertenezco? ¿Suya? ¿A qué se refirió con todo eso?Justo cuando creo que va a invadir el interior de mi zona íntima con sus dedos, cambia radicalmente de dirección. Aleja su toque de ese íntimo lugar y me acaricia la cadera. Me sobresalto. Su agarr
Recobro los sentidos cuando veo que su rostro cambia de serio a arrogante. Ladea una sonrisa, esa mueca de cinismo que odio, pero que a la vez me comienza a gustar. ¿Por qué? No lo sé. Lo hace ver más atractivo y sexi. Me hace perder en ella mientras lo observo. Contemplo sus labios carnosos; deseo que me vuelva a besar.«Ya estoy pensando tonterías».Regresa a mi consciencia la voz de mi hermana. Ella me espera afuera. Escucho la parte sensata de mi cerebro y comienzo a moverme. Empujo la puerta para salir lo más deprisa de ahí y camino a pasos apresurados hasta llegar al lavamanos, donde se halla mi hermana viéndose en el espejo mientras acomoda su cabello. Abro el grifo para beber un poco de agua con mis manos y echarla en mi cara. Necesito refrescarme, ya que siento mis mejillas ardes. Espero que eso ayude un poco. Mis manos tiemblan y sigo nerviosa. El Diablo sigue en el cubículo, solo espero que no se atreva a salir hasta que nos vayamos, porque si sale en este instante y mi herm
LillieSigo atrapada en ese brazo fuerte, pegada a él. Nuestros cuerpos se encuentran de lado hacia la sala, donde se encuentran mi madre y mi hermana. Mi mirada va de él hacia ellas; las noto con una expresión de confusión y asombro. El Diablo sigue sin soltarme. Regreso mi mirada a él para informarle con mis ojos que me suelte. Sin dejar de verme me suelta despacio y sin poner distancia se queda en la misma posición. Su rostro se gira hacia mi familia y vuelve a sonreír con una fingida alegría.«¿Qué se trae entre manos?».—Muy buen día. —Se acerca a mi madre—. Es un placer por fin conocerla. —Toma su mano y le deposita un beso con caballerosidad—. Dante Mancini —completa su presentación con una sonrisa exuberante—. Estas son para usted. —Le entrega el hermoso ramo de orquídeas.«Por un momento creí que eran para mí».Me limito solo a entornar los ojos por su actuación.—Un placer. —Mi madre sale de su asombro para responder también con una sonrisa amable—. Elena Watson. Son bellísim