—¿Que les hiciste?
—Aun no les he hecho nada, es más duermen como unos ángeles
— Es mejor que sigan asi, no les toques ni un cabello o……
—Lamento contradecirte Oscar, pero no estás en posición de amenazar, fui capaz de secuestrar a tu hija y a tu testigo sin que se dieran cuenta, tu seguridad no sirvió de nada
—Puede que hayas podido entrar, quiero ver cómo vas a salir si te encuentro o si llegas a tocarle un cabello a mi hija
—Ya te dije Oscar, no me amenaces o la niña pagara las consecuencias
—Recuerda que tú también tienes hijos y no solo uno, para tu desgracia estan en mi poder
—No te atrevas a tocarlos
—Tú lo hiciste con la mía, no me vengas con eso a estas alturas