Domingo 22 de febrero

Suena la alarma del despertador a las 7:30AM, abro mis ojos y allí está ella abrazada a mí 《se ve tan dulce y provocativa al mismo tiempo.》 Levanto las sabanas que nos cubren para intentar levantarme y observo que mi camiseta se ha levantado dejando al descubierto su ropa interior. En un impulso por intentar componer la situación para mi pobre cuerpo que ya no responde, bajo la prenda cubriéndola. No me reconozco, en otro momento no me hubiera importado nada y esta mujer no se habría salvado de estar entre mis brazos, pero no, ella es distinta.

De repente, ella se empieza a mover y abre sus ojos — Hola guapo... — Me saluda y sonríe

— Hola amor, ¿Cómo dormiste? — Pregunto un tanto nervioso todavía.

— Muy a gusto... ¿Qué hora es? — Averigua tratando de mirar el despertador.

— 7:45AM—