Cinco chicas que conocía muy bien la habían golpeado estrellando su cabeza contra el espejo, una de ellas la agarro con fuerza del cabello y la llevaban hacia uno de los escusados, sabía lo que eso significaba.
«Defiéndete idiota» le grito desde mis adentros pero Alison no hace nada y eso me cabrea aún más. Giro los ojos y entro azotando la puerta para que me escuchen.
—¡Briseida! —Grita una de ellas con una enorme sonrisa—. ¡Es un gusto verte, en cuanto terminemos con ese gusano hablamos, tengo tantas cosas que contarte!
—¿Por qué le hacen eso? —enarco una ceja.
—¿Estás de broma, cierto? —Me dice Caterine, una de las chicas más temidas del plantel, sus padres son sicarios, es un secreto a voces, el año pasado nos hicimos amigas p
Hasta donde yo sabía no había hecho algo malo, a excepción de mi asistencia pero al morir la mayor parte de mi familia supongo que era comprensible. Llego a la oficina principal y la secretaria del director que en el fondo todos sabíamos que era su amante, me da acceso y entro, el director estaba sentado comiendo un enorme emparedado de atún. —Toma asiento Briseida —me indica con un dedo la silla que estaba frente a su escritorio lleno de papeles desordenados y de migajas que dejaba por comer sin precaución. —¿Puedo saber por qué me ha llamado? —me cruzo de brazos. —Lamento informarle que ha quedado expulsada del plantel —me comenta dándole otra mordida a su emparedado, lo que me pareció poco profesional—. Siento mucho tener que tomar esta decisión pero debido al incidente ocurrido
Nunca en mi vida he presenciado algún accidente automovilístico, pero al ver a Alison en aquella situación sentí unas ganas inmensas de llorar. Cierro los ojos e intento no pensar en eso, estaba en el hospital con Jean, Steve y con los padres de Alison esperando noticias, al parecer estaba grave pero según el último informe que nos dieron solo era cuestión de tiempo para que salga del estado crítico. Por mi parte odiaba los hospitales, era tanta la presión que estaba sintiendo que me ahogaba y lo único que se me ocurre es salir corriendo de aquel sitio, pero antes de hacerlo el doctor sale y se acerca a nosotros con una media sonrisa en los labios. —Les tengo una buena noticia, Alison ya está fuera de peligro, el carro que la ha golpeado no ha ido a demasiada velocidad por lo que tiene un brazo y pierna rotos, tomará tiempo para su re
La mirada de Jean se graba en mi memoria mientras me lleva de la mano a toda prisa por los pasillos hasta llegar al área de bodegas. Se cerciora que no esté nadie por los alrededores y enseguida observa su reloj de mano. —Oye, ¡me largo! —pongo los ojos en blanco e intento salir pero Jean me toma del brazo deteniendo mi huida. —Lo que acabas de ver... —Jean parece distinto, traía la misma actitud de nerd distraído que cuando lo conocí—. No se lo cuentes a Alison. «Claro idiota, como si me importara lo que le pasara a esa fealdad con piernas de lagartija» —Pierde cuidado, lo que hagas o dejes de hacer no es mi asunto —encojo los hombros—. Aunque no puedo evitar sentir lastima por ella, tiene como novio a un maldito infiel en potenc
Justo cuando pienso voltear para enfrentarlo se escucha un golpe, el rechinar de unas llantas y al girar a mí izquierda veo como el cuerpo de Celeste sale volando, cae al pavimento y el mismo tráiler la arrolla. —¡Joder! —Se me caen las bolsas de la impresión, corro hacia la multitud que comienza acercarse pero Jean me detiene—. ¿Qué haces? —Vámonos —me dice como si no hubiera pasado nada y sin quitar la mirada del accidente. —¿Acaso eres un insensible? —me suelto de su mano— ¡Celeste acaba de morir y a ti solo se te ocurre salir corriendo! —Briseida, vámonos —me dice en un tono tan tranquilo que desespera. —He dicho que no —niego con la cabeza y comienzo a caminar hacia la mult
La lluvia caía a cantaros y no dejaba de ver las gotas resbalarse por la ventana mientras tomaba un café cargado con leche descremada. Observo la hora que marca el reloj digital colocado minuciosamente sobre la mesilla de noche de mis padres, desde que murieron no había tenido el valor suficiente para entrar, pero esta noche después de lo que pasó con Stephan tomé el coraje necesario y entré. Él está dormido en la sala con un enorme hematoma y un dolor horrible en la entrepierna. Sonrío al recordar lo que había pasado; Básicamente estaba cansada de seguir su estúpido juego de sumisa, por lo que tras engañarlo fingiendo que seguía su juego, terminé por darle un puñetazo en su rostro perfecto, para luego darle un golpe de gracia en los bajos. El pobre me suplicó que lo dejara en paz y le permitiera quedarse solo esta noche argumentando que por la mañana desaparecería de mi vida. Ver la ha
Mis amigas se avientan una miradita cómplice y comienzan a hablar de cosas banales, intento seguirles el ritmo pero mi mente estaba en otra parte. Cuando les comento que mi hermano regresará mañana a casa se ponen como locas y me proponen hacer una fiesta para celebrar esta noche en casa. Mi lado maduro me dice que no es buena idea, pero mi lado rebelde me confiesa que no estaría mal, necesitaba regresar a mi mundo, por lo que termino aceptando las cosas y me dejo llevar por la marea que me regala la vida. Cuando llegamos a la escuela me siento mucho mejor, saludamos a nuestros conocidos y al caminar directamente hacia mi siguiente clase, las voces de mis dos mejores amigas parecen lejanas, no me siento muy bien que digamos, escucho que la campana suena e intento reunir todas las fuerzas que tengo para seguir de pie pero me siento de pronto muy débil, mi cuerpo arde y mi visión falla un
La música estaba a todo volumen en mi casa, mis dos mejores amigas se habían encargado de invitar a los chicos y chicas más populares del colegio pero no contábamos con que muchos de ellos traerían a sus amigos y estos al mismo tiempo a los suyos. El resultado era que había más de 200 estudiantes por mi casa y fuera del patio. No tuve que preocuparme por el alcohol ya que el amante actual de Marissa se encargó de todo. La marihuana y la droga era la estrella de la fiesta. Me había puesto unos pantalones ajustados que moldeaban mi trasero y lo resaltaba, una blusa muy escotada que no dejaba nada a la imaginación. Estaba un poco ebria pero aún era consciente de lo que hacía o no. —¡¿Qué significa esto Briseida?! Alguien me toma del brazo con fuerza y al girarme para estar cara a cara con mi agresor me doy cuenta de que se trata de Steve
—¿Qué haces? —intento preguntarle pero me ignora y caminamos por el pasillo hasta llegar a mi habitación. Al entrar cierra con cerrojo y se cerciora de que las ventanas estén bien cubiertas y prende una de mis lámparas. —¿Se puede saber qué estás haciendo? —me cruzó de brazos con diversión. No estaba en mis planes encontrarme con Jean en la fiesta, después de todo terminamos absolutamente todo lo que llegamos a tener hace días. Él ama a Alison y yo estaba regresando a mi vida, ¡así de fácil! —Eso mismo quisiera saber yo —me clava su fría mirada y siento cosquillas en el estómago— ¿quién es ese chico al que estabas a punto de besar? —¿Es una broma, cierto? —abro los ojos como pla