Volviendo al centro comercial. Bárbara ya está en un punto de quiebre. Le desagradaba la mirada inquisidoras de las personas que caminan cerca de ellos, y la extrema seguridad que las acompañan.
Es demasiado para esta pequeña empresaria, que por su reputación ha tratado de permanecer en el anonimato el mayor tiempo posible.
-Halia, me temo que nosotras debemos despedirnos. Recordé que tengo comida preparada en casa. Sin embargo ustedes pueden aprovechar tiempo padre e hija fuera de casa- Dice Bárbara.
-Pensé que iba a comer con nosotros- Le dice Halia volviendo a ver a Mónica. Ambas habían planeado atiborrarse de comida chatarra como usualmente lo hacen.
-Lo que pasa es que no quiero que se heche a perder la comida- Le acaricia el brazo como consolándola. Bárbara en realidad desea, necesita relajarse y la única forma de lograrlo es librándose de la presencia de Atsushi como sea.
-Si es poca pueden comerla mañana o descartarla- Dice Atsushi interviniendo al ver que Halia se puso tr