En el auto de Liam de camino a su apartamento.
Halia desbloquea con cuidado los puntos del cuello y espalda. Como se encontraba en el asiento de atrás, y el señor Fajardo en el asiento del copiloto se le hizo difícil de maniobrar.
- ¡Listo! - Dice Halia los cabellos de su coleta alta estaba espolvoreados y algunos sobre su rostro.
Liam la ve por el retrovisor. Su mirada hace que Halia percate de su aspecto y rápidamente se acomoda el cabello con sus manos.
El Señor Fajardo se recuesta por completo en el asiento, al sentirse cómodo percibe que él dolor volvió, tratando de ignorarlo a los pocos minutos se queda dormido.
De alguna forma el saber que la hija de Nerea lo acompañaba lo hacía sentirse seguro y tranquilo.
¡Riin, Riin!
Halia contesta enseguida para evitar que le señor Fajardo se despierte.
- ¡Aló! - Habla en voz baja.
- ¡Halia! ¿En qué quedamos? ¿Por qué vas con Liam sin avisarnos? - La voz de Dunca se escuchaba molesta.
-Salió un imprevisto, teníamos que salir rápido. Llevamo