Volviendo al consejo portuario, Mónica va escoltada con Marcus y otros hombres, la seguridad de Marcus le produce a Mónica un poco de tranquila.
- «Ahora sé cómo se siente Halia todo el tiempo, pobre de mi amiga»- Suspira Mónica. Marcus la observa de reojo.
-Pronto se sentirá mejor señorita- Le dice Marcus
- ¡Hee! ¡Ha! ¿Por qué lo dice? – Le cuestiona mirándolo a los ojos.
-Cuando este en el chalet estará con Halia y bajo la protección de Alonso- Mónica no puede evitar sonrojarse al escuchar su nombre. Hasta ahora, cae en cuenta que verá a Alonso todos los días cuando este el chalet.
Marcus no puede evitar una pequeña sonrisa, le parece adorable la timidez e inocencia de Mónica.
Cuando llega al piso inferior, Mónica se sorprende de ver a hombres de la milicia alrededor de un Rolls Royce, en el cual suben a una chica como de su compostura. El gran movimiento la hace sentir un agujero en su estómago, provocando palidez en su rostro. Marcus lo nota y de inmediato se pone de frente a ella