Sentí cierto alivio en el momento en que empezamos a retirarnos del lugar, sin embargo, mi nerviosismo volvió a brotar al darme cuenta que Beta Sirius iría con nosotras. Salimos de la prisión y Ayla me habló, mientras esperábamos a que Beta Sirius llegara.
- Violet… ¿Puedes decirme qué es lo que ocurre contigo?
- No lo sé… de verdad, Ayla, no sé que me ocurre – le dije muy descolocada, intentando respirar profundo.
- Tu tienes una pareja predestinada ¿Lo olvidas? Me has dicho que sabes que es Math…
- Lo sé… es solo que… la presencia de ese lobo, me inquieta… no logro entender el por qué… - miré mis manos temblorosas – por la diosa ¿Puedes verlo? Estoy temblando.
- Violet… ¿Estás segura que tu pareja elegida por la diosa es Math y no fue una invención de tu mente?
- Pues… - no supe responder
- ¡Violet! ¡Con esto no se juega!
- Lo sé, lo sé… es sólo que, Math es tan guapo y, por la diosa… cualquier loba quisiera estar con él ¿No lo crees? – mis argumentos eran tan vagos que yo mi