Rebeca negó con la cabeza.
Cristian: —¿Sigue siendo porque está demasiado ocupado con el trabajo?
—Sí.
Cristian se quedó sin palabras.
Aunque Logan había causado bastante revuelo con sus recientes inversiones, por muy ocupado que estuviera, no debería ser imposible dedicar media hora a finalizar un divorcio.
Si no hubiera conocido sus circunstancias, habría sospechado que estaba dando largas deliberadamente.
Pero precisamente porque sabía su historia, entendía que ese no podía ser el caso.
Le dio una palmada en el hombro a su amiga. —Espera unos días más. Si al final del plazo de decisión sigue sin tener tiempo, solicita el divorcio por denuncia.
Rebeca: —Sí.
Aunque dijo eso, sentía que probablemente no llegaría a eso.
Dos días después era su cumpleaños.
Esa mañana se despertó temprano y con energía.
Úrsula, Martina y los demás también se habían levantado temprano para prepararle el desayuno y un pastel.
En cuanto a sus regalos de cumpleaños, todos los tenían listos desde hacía tiempo.