Capítulo 41
Cuando llegaron al reservado, Natalia, Carolina y los demás ya estaban allí.

Natalia preguntó: —¿Qué tiene tanta gracia?

Kevin se rio: —Nada, me encontré con alguien muy divertida.

Después de la comida, Logan y Carolina se fueron a casa.

Saliendo del coche, Carolina subió corriendo feliz: —Mamá, mamá.

Juliana oyó el alboroto y salió de la cocina: —La señora aún no ha vuelto.

Carolina se decepcionó: —¿Por qué está siempre tan ocupada estos días?

Refunfuñanda, subió las escaleras.

Al ver que Logan no se movía, Juliana preguntó: —Señor, ¿necesita algo?

Logan negó con la cabeza: —Nada.

Entonces, también subió.

Esa misma noche, Logan descubrió que Rebeca no había regresado.

A la mañana siguiente, Carolina se despertó esperando otro desayuno preparado por Rebeca.

Al ver sobre la mesa un desayuno que no parecía hecho por Rebeca, frunció el ceño: —¿Mamá no me hizo el desayuno?

—La señora no está en casa.

A Carolina le pareció extraño: —¿Adónde ha ido mamá? ¿Ha vuelto a casa de la abuela?

—¿Sup
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