El silencio dominaba en el recinto. La conmoción y expectación era general. Quise acercarme, pero ella me ignoró, respiró profundo, intentando fortalecerse antes de hablar.
- Yo... aprovechando esta reunión familiar y amistosa quisiera hacer un anuncio, tengo una relación con alguien - dijo - es otra chica.
Algunos susurros interrumpieron las declaraciones de mi cuñada, mientras Amara y Jerry, sorprendidos, no se atrevían a pronunciar palabras.
- ¿Qué dices? - preguntó finalmente mi suegra - estás confundida.
- No, no lo estoy, estoy enamorada.
En ese momento admiré su valentía, había alzado su voz para defender a ese amor. La vista la posé en Alissa, quien se había mantenido callada, a pesar del caos reinante.
- ¿No quieren saber quién es mi pareja?
- Basta - dijo en un tono fuerte Jerry - pareces disfrutar de todo esto.
- No, no lo disfruto, tú no sabes cuánto trabajo me ha costado decirlo, pero el amor no es motivo de vergüenza.
Los comentarios en la sala se escuc