Todos se aliviaron al escuchar que Liam estaba mejor, eso sí era serio un poco más serio, pero no murió al instante al menos, ahora la preocupación estaba en Sofía y todo su malestar. A pesar de ello la mujer consiguió que le llevasen a casa, en el hospital había más bacterias y en todo caso enfermos más graves que no tenía una colitis, como ella. El argumento había bastado para Joe, quién firmó su alta y le dio una prescripción para los medicamentos, de igual manera la joven no logró convencer a sus padres y le y le obligaron a quedarse en casa de su madre.
— Mamá —Dijo Zoe a Sofía quien estaba sobre su vieja cama. — Dice mi abuela: que si quieres té.
— No, solo quiero dormir y que una niña me regale un beso — Zoe rodó los ojos y se acercó a darle un beso. Su madre cerró los